Los expertos llevan varios años alabando los múltiples beneficios del hidrógeno frente a otras fuentes de energía (incluyendo renovables), y parece que últimamente la sociedad y los gobiernos, le están abriendo el camino para su implantación.
El hidrógeno no es algo novedoso, ya se venía utilizando años atrás, pero no se consideraba una energía limpia en su totalidad. Requería de combustibles fósiles para su extracción, y era algo complejo (denominado hidrógeno azul).
Sin embargo, lo que reclaman últimamente todos los comités, gobiernos y sociedad en su conjunto, es el uso del hidrógeno verde, no contaminante y que no crea residuo alguno.
Según lo que acabamos de mencionar, todo parece ser idóneo, sin embargo, la obtención de este gas requiere de un elevado coste, y es el principal inconveniente que tratan de reducir actualmente, para lograr obtener un precio mucho más asequible.
Uno de los principales puntos negativos del hidrógeno es su transporte, requiriendo una gran fuente de capital. Se puede realizar por carretera, a una presión altísima o a muy baja temperatura, y también por tubería, donde se ha demostrado una mayor eficiencia y estabilidad», explica Carlos Andreu, profesor del EAE Business School.
Dentro de los requerimientos para el uso de los fondos europeos presentados por el BCE, está el de invertir parte del capital prestado en esta energía, acelerando de forma exponencial la entrada de éste en el mercado.
Sin ir mas lejos, el gobierno de España anunció que iba a utilizar 1500 millones de euros para desarrollar esta tecnología. En España, compañías como Iberdrola, Endesa, Repsol y Naturgy, serán las grandes beneficiadas de este fondo.
Si finalmente se consigue producirse a un coste que resulte competitivo frente a otras fuentes de energía, no hay experto alguno que se oponga a esta fuente, ya que los beneficios son incontables.
Sin embargo, ¿puede generarse una expectación sobre desmesurada?
“El hidrógeno verde necesario para mantener la temperatura del planeta por debajo de 2ºC requeriría un sistema 6 a 8 veces más grande que el actual en capacidad total, un tercio de la cual se destinaría a producción de hidrógeno. Que el hidrógeno verde suministre una cuarta parte de la energía final requeriría un 38% más de energía de la que hoy se produce en el mundo. Hacerlo con eólica y fotovoltaica ocuparía 3,5 millones de kilómetros cuadrados, equivalentes al tamaño de la India, e inversiones entre 78 y 130 billones de dólares para la producción, almacenamiento y transporte de hidrógeno hasta 2050” Según Bloomberg.
El Bank of América ha advertido que para que el hidrógeno verde sea competitivo aún deberá reducir sus costes un 85% y Wood Mackenzie aleja esa posibilidad hasta después de 2030.
El hidrógeno verde tiene futuro, pero no a corto plazo. Puede que en el momento en el que nos encontramos, sea más racional destinar esos 1500 millones de euros a ayudas para pymes, medidas para hacer resurgir la economía u otros propósitos que logren disminuir la deuda actual en la que nos encontramos, y es que las inversiones en hidrógeno verde traerán consigo sobrecostes, sobrecapacidad, problemas de transporte…
No tratamos de decir que no se deba invertir en hidrógeno verde, porque puede ser perfectamente la solución del futuro, pero reiteramos, del FUTURO. Quizás actualmente, para un fondo de recuperación económica, no sea lo más conveniente.
Quizás invertir en electrificación, una fuente mucho mas consolidada que el hidrógeno, y de la cual se tienen mas avances, sea una mejor alternativa para lograr la eficiencia energética que tanto ansiamos todos nosotros.
Por último, comentar que el informe de la Fundación Europea para el Clima, “Hacia una energía libre de fósiles en 2050”, concluye que la electrificación inteligente de la calefacción y refrigeración, la movilidad y los procesos industriales, combinada con eficiencia energética, puede resultar un 36% más barata que el hidrógeno verde a gran escala y ahorrar hasta 23.000 millones de euros de gasto energético en Europa, porque reduciría la demanda neta entre un 44% y un 70%.
Y tú… ¿Qué opinas?