Idea general
Quién lo diría… Europa, dejando atrás a potencias mundiales como EE. UU., China, e incluso si me apuras, a un país como el de Inglaterra. Cómo y sobretodo por qué os preguntaréis, pues bien, hoy os trataré de responder a esto.
Escenario futuro
Si tomamos como referencia a la primera potencia económica mundial (la cual aún sigue siendo EE. UU.), ha sido el país donde más se ha multiplicado la tasa de desempleo, de una forma totalmente catastrófica, llegando a cifras inimaginables al principio de la crisis, que ha llevado a miles de familias de clase media a tener que recurrir a servicios de comedores de caridad, con colas kilométricas como hemos podido ir observando a lo largo de estos días.
No digo que, por ejemplo, en cualquier país de Europa esto no haya ocurrido, por supuesto que sí, y ojalá poder decir que no a esta situación tan dramática para muchos, pero no es así.
Lo que si podemos decir es que, si comparamos ambos datos, con cifras europeas a cifras estadounidenses, podemos ver como existe una fuerte evidencia, demostrando ciertos los análisis de que la clase media estadounidense (y la de otros países) llevaba años perdiendo poder adquisitivo y el peso socioeconómico que tenían anteriormente.
La consecuencia de este último argumento es la base a cerca de que la clase media-normal de EE. UU. en concreto, apenas disponía de recursos y ahorros para poder pasar el mas mínimo bache o imprevisto económico.
A esto, debemos unirle que el pleno empleo que se decía tener en EEUU (al igual que en el caso de Inglaterra) distaba mucho de ser el real, eran simplemente cifras imprecisas, que no estaban adaptadas para medir la realidad económica en la que se encontraban, principalmente porque allí, el trabajo a tiempo parcial está excesivamente inflado, y los sufridores de estos no cuentan como desempleados, por lo que a la hora de la verdad, cuando las empresas se han visto obligadas a tener que despedir a miles de trabajadores para poder subsistir, se ha visto su realidad.
Por un lado, hemos visto entonces el caso de EE. UU. e Inglaterra, y podemos hablar (si bien es cierto a menores rasgos), el caso de China, la cual, cerca de ser realmente la primera potencia económica mundial, ha llevado bastante mejor la gestión de la crisis que, por ejemplo, su rival directo.
He de decir, que, si algún país tiene derecho a deshacerse de culpa, ese es China, ya que fueron los primeros sufridores de la pandemia, y no tuvieron tanto margen como Europa o EE. UU. para poder combatirlo, por lo que, en cierto sentido, podemos quitarles culpa de la crisis a la que se han enfrentado.
Pero sin lugar a duda, por muy mal que se vea ahora mismo la situación en la que nos encontramos, ha sido la vieja Europa la que más vitalidad económica ha demostrado. ¿Cómo es posible? Volveréis a preguntaros, pues bien.
Recientemente, Bloomberg publicó las cifras del índice de actividad diaria que está arrojando la actual recuperación económica, tras el levantamiento del confinamiento, y sorprendentemente, las diferencias llaman la atención.
Es ahora cuando el tradicional dinamismo que ofrece generalmente la órbita anglosajona en la recuperación económica brilla por su ausencia tanto en EE. UU. como en Reino Unido, quedando Japón en un tramo intermedio y finalmente, para gran sorpresa de algunos (yo incluido), países de la Europa continental, por orden, Francia, Italia, Alemania y España (sí, habéis leído bien, España), lideran claramente la recuperación por encima de los demás países capitalistas.
Bien es cierto que España es la que queda un poco más rezagada, pero comparándolo con los demás países, es el cuarto país en términos de recuperación, a pesar de las previsiones del BCE y demás estudios, con mayor tendencia a la alza en términos económicos.
Y no es en absoluto gracias a la gestión magistral de nuestro gobierno, ya que no ha acabado de ser ni de lejos, lo que debería haber sido, con medidas que imponían y derogaban al día siguiente, con una de las peores gestiones a nivel socioeconómico… en fin, podríamos estar un buen rato dando argumentos a cerca de por qué no hemos sido uno de los modelos a seguir, pero tienen mil artículos más circulando por internet los cuales explican muy pero que muy bien que es lo que ha ocurrido aquí en España.
Conclusión:
Lo que ha quedado claro es que va a resultar que Europa no era tan mal sistema como algunos pintaban, es un término medio entre el capitalismo y el centralismo, lo cual es bueno porque no se llega ni a un extremo ni a otro, y a pesar de que existen infinidad de economistas que puedan defenderte una postura u otra, el problema está en que algunos nos quieren sacar del carril porque la viabilidad del sistema europeo no les viene nada bien ni a los unos ni a los otros: es el sino del centro, que le atacan siempre desde ambos extremos.