Idea general
A finales de Mayo, se llegó a un acuerdo sin precedentes en Europa, en donde se dijo que iban a destinar 750.000 millones de euros en estímulos fiscales para superar la mayor recesión en la historia de Europa, propagada por el famoso COVID-19.
Escenario futuro
De esos 750.000 millones, España se quedaría con unos 140.000 millones de euros, es decir, el segundo país (por detrás de Italia), más beneficiado en esta ayuda, de donde 77.000 millones, de esos 140.000, serían no reembolsables, es decir, no debemos pagar interés alguno por ello.
Sin embargo, no todo es del color de rosas. Para poder recibir las ayudas del Fondo de recuperación, existirá una contraparte por parte de España, por las que en un principio parecen ser una reforma en las pensiones, que modere el gasto creciente de esta, la cual supone un 10,7% del PIB, y por otro mantener y ahondar los pilares de la reforma laboral de 2012 (la cual pretendían derogar, es decir, llevarla hacia el otro extremo).
En un post hace dos meses en este mismo blog, me atreví a decir que Sánchez debería elegir entre recibir la ayuda europea y realizar reformas, o seguir al lado de su vicepresidente, el señor Iglesias. No me quedé muy atrás, ya que ambas, resultan totalmente incompatibles, y esto seguro de que un futuro próximo, Sánchez deberá elegir, y todos sabemos que es lo que debe elegir para el bien de nuestro país.
Centrándonos un poco más en que supone cada contraparte, en el caso de las pensiones, se incita a dar con una solución al desequilibrio constante de esta última década en cuanto a las prestaciones sociales, incluyendo en mayor medida al ya citado sistema de pensiones.
En el caso de la reforma laboral, se pide respaldar el empleo, incentivando el mantenimiento de los puestos de trabajo, incentivos eficaces para la contratación y el desarrollo de las cualificaciones, además de reforzar la protección por desempleo, especialmente para los trabajadores atípicos, mejorar la cobertura y la adecuación de los regímenes de renta mínima y de apoyo a la familia, así como el acceso al aprendizaje digital.
Conclusión:
Tratando desde una opinión subjetiva, dichas contrapartes me parecen maravillosas. Ya es hora de que, en España, si no somos capaces nosotros de coger al toro por los cuernos, que nos obliguen a hacerlo, porque nuestro sistema está muy anticuado. Necesitamos reformas en todos los sentidos, y si esta es la única manera en que pueda hacernos ver las lagunas en las que nos encontramos, ¡Avemus Europa!