Idea general
Creo que todos estamos de acuerdo en que el déficit actual de España es muy difícil de lidiar, y debemos hacer un esfuerzo todos nosotros, por sacar este gran país adelante. Pero ¿de verdad es necesario, que, en una de las crisis mas fuertes a nivel mundial, deban subir los impuestos?
Escenario futuro
Creo que todos estamos de acuerdo en que el déficit actual de España es muy difícil de lidiar, y debemos hacer un esfuerzo todos nosotros, por sacar este gran país adelante. Pero ¿de verdad es necesario, que, en una de las crisis mas fuertes a nivel mundial, deban subir los impuestos?
Creo al 100% que la respuesta es no, no es el momento. Si nuestro gobierno se decide finalmente por subir los impuestos, ahogaran tanto a la población, como a empresarios, viendo estos últimos ver caer aún más los pocos beneficios con los que ya contaban debido a esta enorme crisis.
Está claro que nuestro gobierno deberá subir impuestos, pero por favor, ahora no es el momento. Veamos una breve comparativa de medidas fiscales de nuestros países vecinos con España.
- En Francia, han decidido recortar los impuestos para las empresas, y un apoyo masivo al empleo juvenil. «Estamos encantados de poder ofrecer un nuevo apoyo a las empresas a finales de agosto para decirles que reduciremos sus impuestos para hacerlas más competitivas, e invirtiendo en una transición ecológica». Esta promesa de reducción de impuestos se implantará hasta 2022
- Alemania, ha decidido rebajar temporalmente el IVA para reiniciar la economía
- Italia, siendo la potencia económica con peor posición fiscal, ha decidido también recortar el IVA, para reactivar el consumo y frenar el crecimiento de desempleo, y están aún pensando si pueden rebajar los impuestos a las empresas para fomentar su competitividad
Y bueno, una vez visto todos ellos, ahora tenemos a España. Es cierto que España recauda menos por impuestos y cotizaciones sociales que la media de los países del euro. También es cierto que hay países que recaudan aún menos y funcionan bien, como es el caso de Irlanda, Australia… pero bueno, para llegar a un ganador sobre que hacer aquí, tenemos a diversos economistas, y al fin y al cabo son ideales, el cual te podrá parecer uno mejor que otro.
Lo que si debemos saber de modo objetivo, es la diferencia entre la presión fiscal y esfuerzo fiscal.
La presión fiscal es el nivel de impuestos que se obtiene en cada país, obteniendo un ranking puntual, el cual puede situarse más alto o bajo en función del país, y aquí es donde España se encuentra por debajo de la media Europa.
Sin embargo, la presión fiscal es cuanto les cuesta a los ciudadanos de un país pagar sus impuestos. Por ejemplo, no es lo mismo que en Alemania paguen un 23% del IVA (2% más que en España), si sus renta media se sitúa en torno a los 2200 euros, en donde en España se encuentra en los 1200. Es decir, depende mucho del capital y las rentas de los ciudadanos del país, y en España la presión fiscal ya es demasiado alta como para tener que ahogar más a los españoles.
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Aquí podemos ver los tipos impositivos a los que nos enfrentamos los españoles conforme a la media de la Unión Europea. Podemos ver como son en general, más altos que en Europa, pero entonces, ¿por qué nuestros políticos dicen que existe una brecha muy grande en la política fiscal de nuestro país?
A grandes rasgos la respuesta está en las deducciones fiscales, los tipos reducidos del IVA y la economía sumergida.
La diferencia está en lo que se conoce como tipos implícitos y los tipos oficiales. Los implícitos calculan el tipo real que se está pagando, mientras los oficiales, no tienen en cuenta las bonificaciones, deducciones fiscales…
Para verlo mejor usaremos un ejemplo, el tipo implícito de los impuestos indirectos en España es del 13,8%, frente al 16,8% de la Unión Europea. Sin embargo, España tiene un IVA general que está al 21%, pero la realidad es que la presión real que sienten los hogares es del 13,8%, en gran parte por la gran variedad de productos que están tasados a un IVA reducido (10%) y súper reducido (4%). Este es uno de los aspecto que el Banco de España pedía reformar en el último boletín anual que explicaba que la diferencia con la zona euro se debe «al mayor porcentaje de bienes de consumo tasados al tipo reducido o súper reducido».
El mismo informe del BdE advertía de que «un elemento distintivo de la fiscalidad españoles susceptible de reconsideración es el elevado nivel de beneficios fiscales. Estos beneficios, derivados de la presencia de numerosas exenciones, deducciones y tipos especiales reducidos, generan con frecuencia pérdidas importantes de recaudación y distorsionan la eficiencia y la equidad del sistema impositivo», rezaba el informe.
Por último, otra explicación habitual a la menor recaudación relativa de España procede del mayor peso de la economía sumergida. Uno de los últimos datos disponibles que intenta calcular el tamaño de la economía informal se presentó en 2019 en un informe del Fondo Monetario Internacional que la cifra en cerca del 20% del PIB nacional.
Conclusión:
Por lo tanto, a grandes rasgos podemos decir que para poder recaudar en mayor medida, no es necesario subir los impuestos, simplemente valdría con rediseñar el sistema tributario, hacer aflorar la economía sumergida y recortar la infinidad de deducciones y bonificaciones fiscales, que sirven para poco en nuestro país, y hacen que nuestra brecha de recaudación comparándola con nuestros países vecinos sea tan grande.