Idea general
Se avecinan recortes
Como ya sabemos por anteriores lecturas, nuestro déficit resulta insostenible, y esto es sinónimo de recortes.
Quizá el gobierno quiera hacernos creer que no será así, que habrá una respuesta social a la crisis, pero lo cierto es que será una versión muy lejana de la realidad.
¿Qué está pasando?
Desde la crisis de 2008, hemos tenido unos problemas muy grandes en cuanto al déficit de España, llegando a superar el 100%, gastando el doble de lo que recaudaba.
Fue entonces cuando desde Bruselas, nos pusieron las pilas y nos dieron una hoja de ruta para la reducción del déficit.
Como ya sabemos, se logró esquivar el rescate, exceptuando el de nuestro sistema financiero, y hasta el 2019 no cumplimos ni el más mínimo requisito que nos impuso la Unión Europea.
Fue entonces donde perdimos el norte, a pesar de tener un buen crecimiento y la generación de empleo, nuestro déficit se incrementó aún más saltándose todo objetivo de Europa. Aquí viene nuestro problema fundamental, y es que se nos juntan dos crisis.
Expertos prevén que nuestro déficit pase a dispararse más allá del 10%, destruyendo así todo empleo, riqueza y todo lo que se ponga por delante de manera permanente.
Existen así dos vías para poder salir de esta crisis, y ninguna de ellas es enternecedora.
– La primera todos la conocemos bien, y es vía impuestos y recortes (en cuanto a pensiones, educación y sueldos públicos, ya que recortar ahora mismo en salud sería un suicidio).
– La segunda vía es negarnos a hacer dichos recortes y que nos echen de la zona Euro. Aquí los recortes serían aun más duros, ya que acabaríamos generando inflación y dinero devaluado.
Suponiendo el mejor de los casos (la vía impuestos), se abrirían muchos debates a cerca de cuales podrían ser los recortes que nos impondrá nuestro querido gobierno para hacer frente a la crisis, y estos parecen ser:
– Impuesto a las grandes fortunas; sustituyendo así al impuesto al patrimonio, en donde los capitales del millón de euros contribuirán con un 2%, a partir de 10 millones un 2,5%, a partir de 50 millones el 3% y a partir de los 100 millones el 3,5%, con el objetivo de recaudar unos 13.000 millones de euros (equivalente al 1% del PIB)
– Patrimonio y sucesiones; en caso de que no prospere el impuesto a las grandes fortunas, afectando con el 1% a las fortunas de más de 10 millones de euros.
– IRPF; Subiendo el tipo marginal dos puntos para las rentas desde 130.000 euros y cuatro puntos a las de más de 300.000.
– Ahorro; Con una subida del 23% al 27% (a los ingresos obtenidos por inversiones)
– Sociedades; el cual supondrá el mayor incremento, en el que se impondrá un tipo mínimo sobre base imponible del 15% al 18% para banca y petroleras y un gravamen del 5% de sus dividendos.
– Tasa Google; Afectando a las empresas digitales cuyo importe en su cifra de negocios (ventas) superen los 750 millones a nivel mundial y los 3 millones en España, con un gravamen del 3% en publicidad, intermediación online y venta de datos.
– Tasa Tobin; Grava un 0,2% la compra de acciones de sociedades españolas cotizadas, con una capitalización bursátil superior a los 1000 millones.
– Diésel; Con una subida de 3,8 céntimos por litro para equipararlo a la gasolina.
– Socimis; las cuales empezarán a tener un gravamen del 15%.
Como opinión subjetiva, las medidas impuestas no ayudarían a salir de la crisis, ya que la población se encuentra en una situación muy complicada, y hay muchas familias que no llegan a final de mes, como para subirles los impuestos…
Está claro que debemos de rebajar la deuda pública de España, pero, ¿realmente estamos en el momento oportuno para hacerlo?
Esto se tenía que haber echo ya mucho antes de la época de COVID.
Además, si finalmente aplican las medidas de subidas de impuestos, el poco capital inversionista que tenemos en España, se marchará a otro país con mejores medidas fiscales.
Debemos tener cuidado ya que los grandes capitales son los que hacen funcionar nuestra economía, y si aumentamos nuestros impuestos de una manera desmesurada, podrían largarse con su dinero y llevárselo a otro país más rentable en términos fiscales, por lo que sería bueno preguntarse si realmente estamos en el momento oportuno para aplicar estas medidas.
¿Y tú, que opinas?